viernes, 10 de junio de 2011

Candidaturas ciudadanas: Fin de los monopolios políticos,sin sustituir partidos ni excluir fuerzas políticas

CANDIDATURAS CIUDADANAS:  ¿PARA QUÉ?
Por  Ignacio Cabrera Fernández.

El analista politico Jorge Castañeda consideró como positivo el hecho de que el Senado de la República haya aprobado las reformas en materia política, pero lamentó que por las divisiones internas del PRI no prosperen y no valgan para el 2012.

También destacó que el 2012 no solo sera una elección presidencial, sino que además se elegirán 500 diputados y 128 senadores, y para todos estos puestos,  podría haber candidaturas ciudadanas; pero si no  se aprueban esta reforma,  no  tendremos candidatos ciudadanos en el 2012 y nos iríamos al 2015.

Señala que para una democracia, las candidaturas ciudadanas representan el fin de los monopolios políticos, sin sustituir a los partidos ni excluir a las fuerzas políticas. Por último, consideró que son importantes las candidaturas ciudadanas a nivel local en donde  sí se puede ganar,  por lo que es importante abrir esta oportunidad.

El dictamen de las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales, de Reforma del Estado y de Estudios Legislativos, de la Cámara de Senadores,  considera que la discusión y debate sobre el cambio político que México requiere, está desarrollada en numerosos libros, en múltiples ensayos y en artículos que se publican día con día en la prensa o en las revistas especializadas.


El  dictamen del Senado continua señalando que la propuesta que se presentó al Pleno fué el resultado de más de dos años de trabajo, de múltiples reuniones de intercambio de ideas, del rico y aleccionador ejercicio de escucharse unos a otros y, sobre todo, de intentar entender lo que los ciudadanos quieren, lo que la sociedad demanda. Los acuerdos se alcanzan cuando llega el tiempo y se generan las circunstancias que los hace posibles. Este es el caso, agrega el dictamen.


La participación ciudadana se ha convertido en un elemento esencial de las democracias modernas, lo que ha significado trascender la noción de la democracia centrada únicamente en la celebración de elecciones competitivas y transparentes y dar paso a la democracia participativa en la que se promueven espacios de interacción entre los ciudadanos y el Estado.

Las candidaturas ciudadanas son una vía de participación directa de los ciudadanos en los asuntos públicos de un régimen democrático. El derecho ciudadano a votar y ser votado para un cargo de elección popular forma parte de los derechos civiles y políticos reconocidos a nivel nacional e internacional.

Recordemos que México, es un país con enormes riquezas y con un enorme potencial. Sin embargo, dicho potencial ha sido ocultado tras los intereses de la clase gobernante,  tras las prácticas monopólicas, tras el corporativismo, tras la corrupción, la impunidad, la inseguridad y  tras la delincuencia organizada.

Actualmente la forma de hacer política y de hacer frente a los problemas de los mexicanos y de los sonorenses depende, exclusivamente, de la voluntad de una clase dominante, de sus afanes legitimadores, de la capacidad de conciliar intereses -muchas veces irreconciliables- y, por supuesto, de medidas electorales. Esto genera como consecuencia, limitadísimos avances sustanciales, por el contrario, son de muy poca incidencia en la sociedad.

Si bien el sistema de partidos es un cauce legítimo y necesario de una comunidad política, no puede ni debe ser el único, pues excluye de hecho a un gran número de ciudadanos, que tienen aportaciones válidas, pero que, sin embargo, no las sienten reflejadas en los programas y propuestas de los partidos existentes. Muchos ciudadanos no se identifican con la forma de elección de candidatos, ni con la dinámica  interna de los partidos, ya que genera una dependencia y rendición de cuentas al partido y no al ciudadano. En una democracia son los partidos los que deben acercarse a los ciudadanos y no únicamente la ciudadanos a los partidos.

Así, aunque los partidos políticos son necesarios en un sistema democrático y constituyen su principal manifestación, las candidaturas ciudadanas fomentan la competencia política y la calidad de nuestros gobernantes más allá de los intereses partidistas. Los partidos políticos en México están cerrados a las preocupaciones de la  ciudadanía.  Las candidaturas ciudadanas son un elemento de presión para que los propios partidos se abran,  rindan  cuentas claras y  gobiernen mejor.

El derecho a votar y ser votado no sólo es un derecho político, sino un derecho humano universal. Como tal, debe ejercerse en su sentido más original y simple: a tráves de las candidaturas ya sea dentro de partidos o por la vía independiente. Es un acto de congruencia elemental: lo que es correcto para votar debe también serlo para ser votado.


PUBLICADO  POR EL SEMANARIO PARA  EL INVERSIONISTA
DOMINGO  29  DE  MAYO DE 2011
http://www.inversionistasonora.com/noticias.php?id=176

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