sábado, 9 de julio de 2011

5 DE JUNIO : TODOS CULPABLES

INCENDIO EN LA GUARDERIA  A B C
Por Ignacio Cabrera Fernández


El pasado 5 de junio se cumplieron dos años del incendio en la Guarderìa ABC.  Cuarenta y nueve bebès murieron y para varias decenas màs la vida cambiò drásticamente.
El periódico El Universal, como ahì lo dice, recogió los testimonios de varias familias para conocer la situación de los menores sobrevivientes. Las historias reflejan una infancia que transcurre en medio de consultas mèdicas, cirugìas y terapias de rehabilitación.
Continúa, el 15 de junio de 2009, en Hermosillo, Sonora, el fuego que comenzó en una bodega contigua a la Guarderìa ABC, matò a 49 pequeños. Los mayores tenìan cuatro años. Sobrevivieron 104 niños, de ellos, 24 sufrieron quemaduras de segundo y tercer grado, algunos hasta en el 80% del cuerpo.

Las fotos presentadas de los sobrevivientes,  en ese medio informativo nacional, DESGARRADORAS…las caras de los padres, la expresión de los hijos sobrevivientes, sus cuerpecitos, sus esperanzas de vida, sus fragilidades, sus daños y recuerdos en sus mentes, uno piensa que injusticia, ante los verdaderos culpables, que aùn no están todos los que son, todos somos culpables.
Ver las fotos de Alejandra, Cesar, Karla, Camila, Nicole, Hèctor, Danna Paola, hay….. duele, duele y mucho. Ellos y otros màs, todos niños Sonorenses, con daños que los tendrán en quirófanos, terapias de rehabilitación, sicòlogos, neumólogos, alergólogos y màs especialistas. Niños que serán atendidos hasta que su cuerpo deje de crecer, hasta que le realicen todas las cirugías necesarias para que puedan llevar una vida autosuficiente, hasta que tengan entre 21 y 22 años.

¿Y los padres? Que les han dicho, que les decimos……yo no tengo palabras, soy padre y no se que hubiera hecho, por eso lo que hagan por clamar justicia, siempre será poco, muy poco. Ante todo este escenario, todos somos culpables. No al silencio y si a la justicia.

Queda claro, el tiempo pasa y la tragedia continùa. El daño trasciende, como lo dice Emilio Alvarez de Icaza, trasciende a las víctimas directas, afecta a toda la sociedad el escandaloso mensaje de impunidad que se manda por el estado que guardan las investigaciones, incluida la resolución de la propia Suprema Corte de Justicia de la Naciòn sobre este caso.

El Juicio Ciudadano al Estado Mexicano, el pasado 29 de mayo en la Ciudad de Mèxico, deja claro, que para èl niño y niñas no son sujetos de derechos, se refiere como si sòlo los adultos tuvieran derechos. Es una clara expresión, como lo hizo también la Suprema Corte de Justicia de la Naciòn (con una muy honrosas excepciones, como el Ministro Arturo Zaldivar), de que la aplicación y entendimiento del interés superior del niño està lejos de ser una realidad en Mèxico, o por lo menos en lo que este caso se refiere.  Al “sentenciado” debe quedarle claro que lo primero que merecen las familias afectadas es justicia, màs que expresiones de solidaridad de funcionarios cuyas decisiones a lo largo de su encargo los involucran en los hechos. Tan solo investigar, del grave incumplimiento, en todos los niveles de gobierno, de requisitos de funcionamiento que reportaban las guarderías  subrogadas por el IMSS poco después  de la tragedia.

Los funcionarios debieron y los ciudadanos exigido, la renuncia a sus puestos como  una muestra mínima de dignidad, respeto y de que no usarìan el cargo para litigar en su beneficio como sucedió.  Lo anterior diría, Alvarez de Icaza, supondría una alta convicción ética y parece no ser el caso. Cuando el cinismo y el pragmatismo son las normas que guìan la conducta, difícilmente habrá Estado democrático de derecho o ley que ponga lìmite.

Cuando la lógica del desempeño en la función pública parece estar basada en el càlculo político-electoral, y no en la protección de los derechos que como representante estatal se està obligado a garantizar, no sòlo queda en duda la credibilidad, confianza y legitimidad del funcionario, sino que se tiene que alertar a la sociedad para intentar evitar que en el futuro tengamos servidores públicos como los que protagonizaron  los graves hecho mencionados.

Por eso, ante esta responsabilidad ética ineludible, no guardemos silencio, luchemos para que esto no vuelva a suceder  y que otras personas no sufran lo que esos niños y padres han sufrido, de no ser asì en el caso ABC, TODOS  CULPABLES. 


PUBLICADO  POR EL SEMANARIO PARA  EL INVERSIONISTA
DOMINGO  17  DE JULIO  DE 2011

http://www.inversionistasonora.com/noticias.php?id=180

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